Entomología Forense Understand article

Traducido por I. Carrero, Univ. de Valladolid. ¿Buscas una misión para biólogos? ¿Quieres combatir el crimen de manera científica? Martin Hall y Amoret Brandt del Museo de Historia Natural (The Natural History Museum) de Londres (Reino Unido) nos presentan el fascinante, y maloliente, mundo…

La autora, Amoret Brandt

La Entomología Forense, o Médico-legal, es el estudio de los insectos y otros artrópodos en un contexto legal. Sus aplicaciones son muy diversas; la más frecuente es determinar el tiempo mínimo transcurrido tras una muerte (intervalo post mortem, IPM, mínimo,) en investigaciones de fallecimientos producidos en circunstancias sospechosas. Esto se hace identificando la edad de los insectos presentes en el cadáver, lo que puede proporcionar una estimación bastante precisa en situaciones en las que los patólogos solo pueden dar aproximaciones. La suposición de partida es que el cuerpo no llevaba mucho tiempo muerto antes de que los insectos llegaran al cadáver y se desarrollaran en él. De esta manera, la edad de los insectos más viejos del cuerpo determina el IPM mínimo.

El autor, Martin Hall

Dos ejemplos de esto son:

  1. Un cuerpo descubierto en verano en el sur de Inglaterra con extensas quemaduras que hacían muy difícil la interpretación por parte de los patólogos de los cambios corporales post mortem más comunes. La edad de las larvas de moscarda presentes en el cuerpo indicó que los primeros huevos de la mosca se habían depositado allí seis días antes. Posteriormente, los testigos declararon que el fatal incendio había tenido lugar la noche anterior al día estimado de la puesta de los huevos.
  2. Un cuerpo descubierto al final del invierno en el norte de Inglaterra que estaba bien conservado debido a las frías temperaturas y para el que las evidencias patológicas sugerían que la persona había muerto de dos a tres semanas antes del hallazgo del cadáver. El estudio de los insectos, sin embargo, sugirió que la persona había muerto hacía más de dos meses. Esto fue consecuente con otras pruebas y fue aceptado por el Juzgado de Instrucción.
Adultos macho (arriba) y
hembra (abajo) de mosca
azul común, Calliphora vicina
(orden Diptera; familia
Calliphoridae)

Los insectos más valiosos para la entomología forense son las moscardas azules (familia Calliphoridae) porque normalmente son los primeros en colonizar un cuerpo tras la muerte, a menudo a las pocas horas de esta. Por eso, la edad de las moscas más viejas aporta la prueba más segura del IPM. Otras especies de moscas o de escarabajos, avispas y polillas también se asocian con los cadáveres, lo que resulta en una sucesión de insectos que van llegando al cuerpo pero, como van después que las moscas azules, son menos útiles en la determinación del IPM.

La infestación del cuerpo humano por moscardas es una consecuencia natural del papel ecológico de estas moscas como  descomponedores primarios. La presencia de larvas de moscardas en la carroña es visible para todo el que se encuentre el cadáver de algún animal (erizo, conejo,…) mientras pasea por el campo. La infestación puede ser desagradable pero es un componente básico del reciclado natural de la materia orgánica y, en las investigaciones, aporta pistas decisivas para determinar la hora y la posible causa de una muerte.

Las moscardas adultas tienen la capacidad de percibir y localizar el origen del olor de la carne en putrefacción así que encuentran fácilmente los cadáveres. Normalmente dejan sus huevos en los orificios corporales (p. ej. ojos, nariz, boca, orejas) o en otros sitios húmedos y oscuros, como los pliegues de la ropa o simplemente debajo del cuerpo. Los huevos eclosionan para dar las larvas de estadio de desarrollo I que crecen rápidamente y mudan dos veces para pasar por los estadios II y III hasta que dejan de alimentarse. Según las especies, las pupas se pueden formar en el cuerpo o irse a otros entornos. Se pueden desplazar varios metros antes de enterrarse en el suelo o bajo objetos como rocas y troncos o, si se trata del interior de una casa, bajo alfombras y muebles. Entonces, la larva se contrae y la cutícula se endurece y oscurece para formar un pupario con forma de barril dentro del cual la pupa sufre la metamorfosis que acaba dando la mosca adulta. Cuando sale la mosca, el pupario vacío es la prueba que queda de la presencia del insecto.

Ciclo de vida de una mosca
califórida (desde abajo a la
izquierda en el sentido de las
agujas del reloj): adultos;
huevos; larvas de los
estadios de desarrollo I, II y
III; puparios con pupas

La tasa de desarrollo de cualquier insecto depende directamente de las condiciones ambientales, sobre todo de la temperatura. Entre unos límites superior e inferior, que varían según la especie, a mayor temperatura, más rápidamente se desarrollan los insectos; cuanto más baja sea la temperatura, más lentamente se desarrollarán (ver gráfica). Por tanto, teóricamente, si se conocen las temperaturas del entorno durante el periodo de desarrollo se puede determinar el IPM más bajo.

Sin embargo, hay muchos factores que afectan a la tasa de desarrollo de las larvas en un cuerpo:

  • Temperatura (que depende de: localización geográfica, exposición exterior o interior, presencia de sol o sombra, hora del día y estación).
  • Calor generado por la «masa de gusanos».
  • Fuente de alimento (tipo de tejido, p. ej. hígado, corazón o pulmones).
  • Contaminantes y toxinas (externos e internos).
  • Enterramiento u otros obstáculos (p. ej. plástico o agua) que impidan el acceso y la puesta de huevos a los insectos adultos.
Gráfico que muestra la tasa
de desarrollo de las formas
inmaduras de moscarda en
relación con la temperatura;
está basado en datos para la
mosca azul común Calliphora
vicina (Diptera; Calliphoridae)

Todos estos factores se deben tener en cuenta cuando se estime un IPM, aunque para muchos de ellos se disponga de poca información. La elevada temperatura debida a una «masa de gusanos» la conoce cualquier pescador que utilice larvas para el cebo, pero cuantificar su efecto en el desarrollo de las larvas aún requiere de minuciosos estudios, por ejemplo, el uso de nuevas técnicas de termografía o imagen térmica (ver recuadro).

El grado en el que un entomólogo forense se ve implicado en un caso es variable. Puede ir en persona a la escena del crimen para recoger los ejemplares de insectos del cuerpo o de los alrededores; esta es la situación ideal, porque el entomólogo podrá usar sus conocimientos de la biología y el comportamiento de los insectos para asegurarse de que recoge todas las muestras posibles y así interpretar mejor las pruebas. En otras ocasiones, puede recoger los ejemplares de los insectos durante el examen post mortem o también ver fotos de la escena del crimen o visitar esta una vez que el cuerpo haya sido retirado. Otra posibilidad es que las muestras sean recogidas, por ejemplo, por la policía, aunque preferiblemente después de haber consultado con el entomólogo. Las fotografías de la zona y del examen post mortem también se le tienen que enseñar al entomólogo en este caso.

Cuando se investiga una muerte sospechosa, las principales cuestiones que tiene que contestar un entomólogo forense son:

Larvas de estadio III de
desarrollo alimentándose de
un cadáver, muchas
cabezaabajo, formando una
«masa de gusanos» cuya
temperatura supera a la
ambiental en unos 15 ºC

¿Qué especies de moscarda se encuentran en el cuerpo? Los ejemplares recogidos se deben identificar correctamente para que se pueda usar toda la información relevante sobre fisiología, etología y ecología de las especies a las que pertenezcan. La clave aquí está en la taxonomía, una de las ramas menos valoradas de las ciencias naturales, pero básica para todas las demás.

¿Cuáles son los ejemplares más viejos de la mosca? Estos se pueden encontrar todavía alimentándose del cuerpo, pueden haberlo dejado para pupar en otra parte o pueden haberse transformado ya en adultos y haber dejado vacíos sus puparios.

¿Qué edad tienen los ejemplares más viejos? La estimación de la edad implica un estudio morfológico detallado de los insectos mediante lupa o microscopio para así determinar su estado de desarrollo y compararlo con bases de datos estandarizadas que relacionan el estado de desarrollo con la edad a diferentes temperaturas (ver la cuestión siguiente).

Búsqueda de ejemplares de
insectos en el suelo de la
escena de un crimen. La
búsqueda inicial se hace
sobre láminas de plástico;
después se empaquetan las
muestras para su posterior
análisis en el laboratorio.
Destaca el uso de ropa de
protección total

¿Cuál era la temperatura ambiental en el entorno cuando las moscas se desarrollaron en el cuerpo? Para determinarla, se coloca en la escena del crimen un sistema electrónico que recoge los valores de temperatura durante 7-10 días y esas lecturas se comparan con datos de las estaciones meteorológicas para el mismo periodo. Esta comparación y los datos de la estación meteorológica para los días previos al descubrimiento del cuerpo se pueden usar para estimar las temperaturas que se dieron en la escena del crimen. Así se determina la temperatura a la que se desarrollaron las larvas.

La Entomología Forense es una ciencia relativamente joven por lo que tiene muchas áreas que requieren más desarrollo. Actualmente, se están llevando a cabo estudios del DNA para determinar las diferencias genéticas entre especies de moscas y también entre poblaciones de una misma especie, lo que puede ayudar a determinar si un cuerpo ha sufrido algún traslado tras una infestación inicial. La extracción y el análisis del intestino de larvas que se hubieran alimentado de un cuerpo pueden ayudar a determinar si había drogas en el cuerpo, algo que puede ser indicativo de suicidio o de muerte por sobredosis. Restos de pólvora en el intestino de las larvas alertarían sobre posibles disparos aun cuando no hubiera otras evidencias físicas. También sería posible que la extracción de DNA humano de las larvas alertara sobre la existencia de un cadáver que las hubiera sustentado incluso aunque este hubiese desaparecido.

Las especies más comunes de moscarda se pueden encontrar durante todo el año, pero el efecto del frío sobre las distintas etapas de la vida de estas moscas se ha estudiado poco. Sería importante conocer mejor este aspecto pues la menor tasa de desarrollo en periodos fríos permite hacer estimaciones válidas del IPM a más largo plazo de lo que es posible en verano. Fomentar estas investigaciones ayudaría a mejorar la exactitud y la solidez de las reconstrucciones de casos basadas en la Entomología Forense.
 

Recuadro: Imágenes térmicas

Cadáver de cerdito recién nacido.

Los científicos del Museo de Historia Natural de Londres están empezando a estudiar la dinámica térmica de las masas de larvas empleando para ello la fotografía infrarroja. Como ejemplo, se mide la temperatura de larvas de moscarda aisladas (abajo a la derecha). Luego se ve que el cadáver de un cerdito recién nacido aparece libre de insectos en una fotografía normal (abajo a la izquierda), pero su imagen térmica (abajo a la derecha) revela la presencia de una masa activa de larvas en la garganta y en la zona torácica porque cuando las larvas se alimentan provocan el aumento de la temperatura.

Temperatura de una masa de
larvas de moscarda medida
mediante termografía.

 

Imagen térmica que revela el
acúmulo de larvas en el
cerdito.

 

 

Recuadro: Entrevista con una entomóloga forense

Tras un grado en Zoología y un máster en Taxonomía y Biodiversidad, Amoret trabajó sobre distintos grupos de insectos, como avispas y sírfidos, y pasó tres años reescribiendo The Handbook of British Fleas (La guía de las pulgas británicas). La búsqueda de un trabajo más aplicado, encaminado a una carrera en entomología, la llevó al terreno forense. Ahora estudia a tiempo parcial para su doctorado en el King’s College London e investiga sobre entomología forense en el Museo de Historia Natural de Londres.

«Mi opinión es que lo más interesante de este trabajo es la variedad y la incertidumbre que tiene. Nunca sabes cuándo va a sonar el teléfono. Cada caso es diferente y creo que lo más duro es que nunca sabes con qué te vas a enfrentar.

Los distintos casos plantean constantemente nuevas preguntas y hacen que te des cuenta de lo poco que se sabe, incluso acerca de las especies de insectos más comunes. Un ejemplo: hace un par de años nos pidieron que fuéramos a la escena de un crimen a buscar puparios. El problema era que el crimen había sido hacía dos años y no teníamos datos sobre cuánto tiempo se mantienen intactas en el suelo las cápsulas de las pupas. Así empecé un estudio en el que enterré muchos puparios vacíos y los he ido desenterrando a lo largo de un periodo de tres años. Los resultados nos tienen que indicar cuál es la tasa de degradación de los puparios en función del tiempo, al menos para un periodo de tres años. De esta manera, la próxima vez que nos enfrentemos con un crimen «antiguo» tendremos más posibilidades de ayudar.

Probablemente, lo más fascinante que he hecho ha sido trabajar en el Anthropological Research Facility (Servicio de Investigaciones Antropológicas) –o Body Farmw1, como también se conoce– de la Universidad de Tennessee en Knoxville (EE. UU.). Este es el único sitio del mundo en el que se puede estudiar la descomposición del cuerpo humano, por lo que es una oportunidad extraordinaria para estudiar la sucesión de insectos que se da en esta situación en humanos, y no en cerdos, que es lo que usamos habitualmente.

No hay un camino único para meterse en el campo de la Entomología Forense, pero creo que ser entomólogo de primeras y después enlazar con los aspectos forenses es una buena forma de conseguirlo. Se necesitan el entrenamiento y las habilidades de un entomólogo para comprender la ecología y el comportamiento de los insectos con los que se va a trabajar».


Web References

Resources

  • Readers interested in forensic entomology are encouraged to consult the following publications and websites for further information: Byrd JH, Castner JL (eds; 2000) Forensic Entomology: the Utility of Arthropods in Legal Investigations. Boca Raton, FL, USA: CRC Press
  • Catts EP, Haskell NH (eds; 1990) Entomology and Death: a Procedural Guide. Clemson, SC, USA: Forensic Entomology Associates
  • Erzinçlioglu Z (2000) Maggots, Murder, and Men: Memories and Reflections of a Forensic Entomologist. Colchester, UK: Harley Books
  • Goff ML (2000) A Fly for the Prosecution: How Insect Evidence Helps Solve Crimes. Cambridge, MA, USA: Harvard University Press
  • Greenberg B, Kunich JC (2002) Entomology and the Law: Flies as Forensic Indicators.  Cambridge, UK: Cambridge University Press
  • Smith KGV (1986) A Manual of Forensic Entomology. Ithaca, NY, USA: Cornell University Press
  • American Board of Forensic Entomology
  • European Association for Forensic Entomology
  • Forensic Entomology
  • North American Forensic Entomology Association

Review

Este artículo es atractivo y fascinante para los profesores; trata de la inevitable descomposición tras la muerte y proporciona una interesante visión del área de la ciencia forense, que hoy en día es bastante popular debido a diversas series de televisión.

El lenguaje y el contenido del artículo se entienden con facilidad. La visión biológica (entomológica) es particularmente fascinante pues los enfoques más habituales sobre este tema suelen ser bioquímicos o médicos. El artículo demuestra que para resolver los crímenes hay que trabajar de forma interdisciplinar. Sherlock Holmes está oficialmente muerto –pero a cambio nos hacen falta científicos, oficiales de policía y equipos legales–. ¿Es posible que esto inspire a los profesores a trabajar de forma transversal más a menudo?

Por desgracia, cualquier actividad de clase con carne y moscardas es bastante desagradable y maloliente, pero si una persona imaginativa encontrara la manera de reducir los malos olores, sería una tarea interesantísima para los estudiantes.

Paula Starbäck, Suecia

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